miércoles, 17 de octubre de 2007

COMENTARIOS AL MENSAJE DEL PRIMER BOLETIN DE PASTORAL JUVENIL

En el mes de octubre publicamos un sencillo boletin, que se entregó en las comunidades y en el templo parroquial. Para quienes tuvieron la oportunidad de leerlo, en el se publico un humilde comentario que trataba sobre la fe y espiritualidad de los jóvenes. Por lo menos a una jóven le llamó la atención y quizo compartir una palabras con nosotros... A continuación transcribo su carta y posteriormente otro comentario al respecto.

Carta de nuestra amiga:
"Ante la pregunta planteada en el primer boletín juvenil, creo que los jóvenes Carahuinos viven su fe de diversas maneras, algunos la expresan en obras silenciosas, otros con una simple palabra, y hay algunos que con una mirada basta para hacerse entender, la fe se vive en el corazón, y es como una llamita que permanece viva gracias a la confianza y al amor de Dios, hay jóvenes que en el silencio de la oración buscan encontrarse con el Padre, hay otros en cambio que han perdido el sendero y han tomado el camino equivocado, por el mundo materialista y frívolo en el cual convivimos, que nos arrastra con una fuerza monumental, que en vez de acercarnos nos aleja, nos aleja de nuestro propio ser, y de los nuestros, hay jóvenes que no temen hablar de Dios y llamarse Cristianos, hay otros en cambio, que temen aceptar creer, y anunciar el evangelio, pero Dios no los olvida, aun así los acompaña, y los acoge, pues él es quién acompaña nuestros pasos, y de manera silenciosa trata de que comprendamos y aceptemos su palabra, ay! pero cuanto nos cuesta, somos demasiado sordos, ya que estamos exorbitantemente acostumbrados a escuchar solo lo que queremos escuchar, lo que nos conviene escuchar, muchos buscan encontrar su propia esencia, y la buscan en lugares equivocados, pero si tendemos la mano unos a otros quizá haremos de el mundo, un mundo más fraterno, más humano, y realmente rebozante de fe...
Con Cariño, J.R"


Comentario:
Es verdad que los jóvenes tenemos diversas formas de vivir la fe y que es como una llamita que está en el corazón. Y las ideas contenidas en estas dos expresiones están muy relacionadas entre si, ya que la forma en que nuestra fe se manifieste al exterior dependerá de cuanto fuego emane la llama. Y podemos seguir relacionando: el tamaño de la llama crecerá en la medida que estemos dispuesto a abrir nuestro corazón al amor de Dios; por tanto somos nosotros los que tenemos que tomar la iniciativa, ya que Dios hace mucho tiempo que nos entregó su amor dándonos a entender que está presente ahí, sí ahí mismo, en nuestra vida: ¡tú tienes que apropiarte de el! Esto lo podemos hacer apoyándonos siempre en la oración, esa comunicación constante y directa con el Padre, el alimento espiritual que junto con la Eucaristía nos dan todo lo que necesitamos, que es mucho mas de lo que creemos.
Es importante, además, tener en claro que está muy bien que los cristianos manifestemos nuestra fe con “obras silenciosas”, o con “simples palabras” o “con una mirada”. Pero es mucho mas grandioso y admirable a los ojos de Dios que expresemos nuestra conversión con millones de acciones, con millones de obras de misericordia, con millones de obras de caridad, con millones de obras evangelizadoras… con millones de… ¿no será mucho pedir? ¡¡¡Si, es mucho pedir cuando hemos “tomado el camino equivocado”, cuando solo fijamos nuestra mirada en “el mundo materialista”, cuando “hemos perdido el sendero” de la verdad!!!… Pero es poco, muy poco cuando lo hacemos con amor, entregados de verdad al servicio, con la camiseta del Espíritu Santo que nos ponemos en la confirmación… y todo lo que hagamos va a ser poco y quedar chico ante la gran obra que hizo Cristo por nosotros: tomar la decisión de humillarse hasta la debilidad humana, renunciando a su calidad divina, para presentarse ante todos como uno mas de nosotros y morir en la cruz… ¿es esto suficiente para que abramos los ojos?
“Cristo murió con los brazos abiertos…
para que no vivamos con los brazos cerrados”